Cada 24 de Marzo se recuerda en nuestro país el Día Nacional de la Memoria por la verdad y la justicia. Para acercarnos a esta fecha tan importante, trabajaremos esta semana con el
siguiente material para refexionar acerca de nuestros derechos.
Conversa con tu familia o amigos y escribí una definición,
que vos entiendas, de estos conceptos:
MEMORIA:
VERDAD:
JUSTICIA:
Ahora si…empieza el momento de lectura: Leemos con atención el siguiente
cuento:
Un elefante ocupa mucho espacio
-por Elsa Bornemann-
Que un elefante ocupa mucho espacio lo
sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a
pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su
cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento: Verano. Los domadores dormían en sus
carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban
desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de
jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado
huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.
- ¿Te
has vuelto loco, Víctor? - le preguntó el león, asomando el hocico por entre
los barrotes de su jaula - ¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme
consultado? ¡El rey de los animales soy yo!
La risita del elefante se desparramó
como papel picado en la oscuridad de la noche:
- Ja.
El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de
nuestras selvas...
- ¿De
qué te quejas, Víctor? - interrumpió un osito, gritando desde su encierro - ¿No
son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?
- Tú
has nacido bajo la lona del circo... - le contestó Víctor dulcemente - La
esposa del criador te crió con mamadera... Solamente conoces el país de los
hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad...
- ¿Se
puede saber para qué hacemos huelga? - gruñó la foca, coleteando nerviosa de
aquí para allá.
-¡Al
fin una buena pregunta! - exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó
a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del
circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar
ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los
hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que
patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los
animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga
general...)
- Bah...
Pamplinas... - se burló el león - ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres?
¿Acaso alguno de nosotros habla su
idioma?
Sí - aseguró Víctor - El loro será
nuestro intérprete - y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los
dobló sin dificultad y salió afuera.
Enseguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros.
Al rato, todos retozaban en los
carromatos. ¡Hasta el león!
Los primeros rayos de sol picaban como
abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se
desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire
en infinidad de líneas anaranjadas... (los animales nunca supieron si fue por
eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped...)
De inmediato, los domadores aparecieron
en su auxilio:
¡Los animales están sueltos! - gritaron
a coro, antes de correr en busca de sus látigos.
¡Pues ahora los usarán para espantarnos
las moscas! - les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon,
dispuestos a encerrarlos nuevamente.
¡Ya no vamos a trabajar en el circo!
¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!
¿Qué disparate es este? ¡A las
jaulas!
Y los látigos silbadores ondularon
amenazadoramente.
-¡Ustedes a las jaulas! - gruñeron los
orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando
furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también
él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.
La gente que esa tarde se aglomeró
delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que
anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES.
HUELGA GENERAL DE ANIMALES.
Entretanto, Víctor y sus compañeros
trataban de adiestrar a los hombres: - ¡Caminen en cuatro patas y luego salten
a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus
cabezas!
¡No usen las manos para comer!
¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan!
¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! - gimió el
dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa,
caminando sobre las mano - ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren?
El loro carraspeó, tosió, tomó unos
sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el
elefante:
..Con que esto no, y eso tampoco, y
aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán... porque... o
nos envían de regreso a nuestras selvas... o inauguramos el primer circo de
hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del
vecindario. He dicho.
Las cámaras de televisión transmitieron
un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno
portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el
caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de
embarque con destino al África.
Claro que el dueño del circo tuvo que
contratar dos aviones: en uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la
foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor... porque
todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio...
Para reflexionar:
1) ¿Por
qué los animales querían hacer una huelga?
2) ¿Qué
opinás acerca de que las personas puedan pensar distinto?